LA
REALIDAD SUPERA
AL CINE Y
AL TEATRO
Este sencillo ensayo que ahora
transcribimos, ya habíamos realizado un pequeño borrador desde 1996 que consta
de 48 páginas, hoy tratamos de manera
urgente transcribirlo debido a que se puede omitir intencionalmente por parte
del INAH Jalisco la reconstrucción arqueológico ahora que se trabaja en los
planes de abandono del vertedero Coyula Matatlán y representa quizá la última
oportunidad de hacer algo por conocer la
destrucción arqueológica de la zona, y
por otra, como una respuesta al
interés y apoyo de nuestra hermana
Nieves que a través del tiempo ha tenido la amabilidad de hacerme algunas
interesantes observaciones y aportaciones, como es esa figura de
los pepenadores con grandes costales con papel que parecen ángeles,
agradezco mucho las anotaciones y observaciones que hace sobre este humilde
ensayo, que Dios por Cristo Jesús recompense esa amable atención y esfuerzo,
muchas gracias.
Para llegar a Coyula Matatlán desde 1989
tomábamos una combi en el periférico, en la combi cabríamos algunas 13 o 14
personas todas apretujadas, como me gustaban
mucho los pueblos tradicionales como San Gaspar donde las mujeres con
carretillas o tercios de flores en su
cabeza regresaban a su pueblo de caserío de adobe, Coyula era un pueblo pintoresco, hoy estoy
pueblos han desaparecido prácticamente en la mancha urbana, en Coyula había
muchos talleres donde hacían castillos y
los polvorines estaban en el camino a Coyula Matatlán, recorría el camino a pie desde Coyula hasta
el vertedero porque eran paisajes aún sin casas, se veían los árboles, los arroyos, el horizonte, los
pájaros, etc.
Cuando caminaba de Coyula al vertedero me
atraía la mansedumbre alegre del arroyito que surtía de agua al rancho de San
José que es o era de propiedad de la familia Leaño dueños de la Universidad
Autónoma de Guadalajara, ahí hicieron
una presa, luego topaba uno con un camino de
terracería que llevaba a las 7 cascadas,
que por cierto nunca las conocí, un poco
más delante de la presa se separa el
camino que va a esas cascadas y la vereda que lleva al vertedero.
Todo lo que he narrado en este tratadillo
teniendo a Dios y Cristo Jesús como testigos
a sí ha ocurrido, si fuera una novela se me permitiría alterar, inventar, imaginar o acomodar cosas y hechos que no
ocurrieron, pero, siendo
un hecho histórico no puedo alterar esa verdad sobre todo que se
necesita un testimonio fidedigno para poder reconstruir lo mejor posible la destrucción de la zona arqueológica
de Coyula-Matatlán.
Si la realidad supera a la ficción: ¿Qué
necesidad tenemos de hacer una novela o inventar un guión de película?
Un poco más delante de donde se separan
estos dos caminos que están cerca de la presa del rancho San José en ese camino
se hace una lomita y se mira todo el
paisaje hasta Zapotlanejo, y al lado izquierdo se veía un poco el vertedero
Coyula Matatlán, y ahí en esa lomita se veía de manera inusual una reunión de
algunas 50 personas, lo cual me extraño y acercándome vi en todos una gran silencio, había dos hombre vestidos con sombrero y tenían en
su mano cada uno una pistola, no me sorprendió
mucho porque eran notorio las cámaras y
reflectores de sol, se estaba filmando una película de vaqueros, , busque un
lugar cómodo y me senté en una piedra a ver la película.
Había mucha disciplina y respeto por el director,
la escena que se estaba filmando era un especie de duelo, se enfrentaban con
sus pistolas dos vaqueros, el que iba a ser el muerto según el guión traía una camisa blanca y debajo de la camisa le había puesto unos
cinco parches, según pregunte discretamente a algunos de los ahí presentes qué
eran esos parches y me respondió que estos parches se activaban
electrónicamente y estallaban aventando sangre, del mismo modo le dieron una
capsula al actor que al morderla le
saldría sangre por la boca, después de todos estos arreglos escuchamos la ya
muy conocida frase: ¡Luces, cámara,
acción!
Los bravucones vaqueros se lanzan desafiantes miradas y de
pronto uno de ellos levantando su fierro le dio cinco plomazos, el hombre de
camisa blanca se tambaleaba de un lado a otro conforme a cada disparo que
se hacían espaciados, por el pecho
estallaba la sangre, después de esa danza de muerte caía el vaquero al suelo
con la cara hacia el cielo y en el
último suspiro aventaba sangre por la boca, todo quedó en silencio, la cámara
seguía filmando para reafirmar que estaba bien muerto…de pronto: ¡el muerto
grita y se levanta como un rayo
sacudiéndose pantalón y camisa!, no se dieron cuenta que cerca donde
caería el muerto había un hormiguero y le picaron, todos los presentes soltamos
la risa.
Ellos
siguieron filmando, y su servidor tomó la vereda que lleva a Coyula Matatlán
fascinado por la lección, era una película de un pésimo argumento miles de veces reciclado, pero en este caso
era admirable la actuación de los actores improvisados que no estaban dentro
del libreto, me refiero desde luego a
las hormigas que hasta ellas se indignaban y picándole mostraban su enojo y parce que les decían: ¡Basta ya de hacer tonterías y no te
hagas el muerto!, y por cada balazo: ¡Tenga su piquete de hormiga!, la realidad superara siempre a cualquier
película, estas hormigas y los mundos surrealistas
de Coyula Matatlán hayan enloquecido de gusto al cineasta español Luis Buñuel
que hacen de la locura una arte, por
ello no me gustas las películas, porque en Coyula-Matatlán era una proyección
simultanea de cientos de películas y
todas ellas no agotaban nuestro asombro y admiración, pues en efecto, era muy
frecuente en aquel tiempo que salieran grandes royos de películas en el
vertedero, a veces hasta varias en costales, los jóvenes
las aventaban como ruedas y se
extendían y enredaban en el vertedero.
CIRQUEROS
Y LUCHADORES
EN COYULA
MATATLÁN
En el vertedero Coyula-Matatlán me juntaba
con muchos compañeros pues soy muy dado a preguntar y platicar, particularmente
nos juntábamos un grupo de compañeros
porque todos tomábamos, había dos compañeros con los que hice una amistad
más cercana ya que nos conocimos desde los vertederos de San Gaspar, uno era el
Chivo y el otro el Barbas.
El Chivo que en realidad se llamaba Raúl
Contreras Marín y nos decíamos compadre,
los tres tomábamos frecuentemente: Mezcal, charanda, tequila, alcohol, vino tinto, vino blanco, vino rosado, whisky,
ron, ginebra, vodka, etc. Esto era
porque es muy común que los borrachos se queden dormidos o tirados,
entonces su mujer o familiares le tiran las botellas a la basura y a nosotros
que nos gustaba tomar pepenábamos esas botellas, muchos de los que juntaban vidrio nos daban o vendían esos restos de
licores, y también los que vendían comida vendían también refrescos y alcohol
de modo que no nos faltaba que tomar, éramos pobres pero nos gustaba el buen
vino, su servidor agregaba a esto que ahí en el vertedero tiraba también su
basura Tonalá y ahí naturalmente hay miles de talleres de cerámica de todo tipo y de vidrio soplado, de manera
que cuando quemaban sus piezas de barro
y vidrio
algunas piezas salían defectuosas
y las tiraban a la basura, de manera que su servidor pepenaba vasos y copas defectuosas
de cerámica y de vidrio de distintos
colores y algunas veces tomaba en ellas,
en aquella pobreza teníamos que darnos algunos
gustitos, en la miseria era bueno de vez en cuando no perder la elegancia
de la dignidad del hombre.
Mi compadre Raúl tenía una historia desconcertante, según me
platicaba lo que más le había impactado
y marcado en su vida era que había trabajado en un circo, pero no
como payaso, mago o malabarista, sino
como barrendero, tenía que barrer el circo y asear la jaula de los animales, lo
que más le disgustaba era barrer donde estaba la zona de los elefantes y decía
sacudiendo la mano:
- “¡Aaahhh como zurran los elefantes!”
Me platicaba mi compadre que se había enamorado de una trapecista, pero
ella siempre andaba volando como mariposa en el cielo y no miraba a las
hormigas de abajo, el suspiraba y soñaba con ella para casarse y su boda sería
en lo alto, en los trapecios, yo no se si era verdad lo que me decía, pero dice
que un día su amor platónico en un tripe salto mortal en el trapecio no alcanzó a agarrase y cayendo murió al instante.
Hoy a la distancia y el tiempo recuerdo con
nostalgia sus pláticas, parecía que al
ser solo un barrendero del circo se sentía marginado y frustrado cuando veía la
risa y los aplausos que recibían todos aquellos actores que trabajaban en el
circo: Payasos, magos, trapecistas, domadores de animales, hombre bala, enanos,
etc. Hubiera el deseado ser uno de ellos
y tener las luces, los reflectores, los aplausos …y sorpresivamente se caían y
se quebraban todos aquellos sueños y
despertaba en aquellos paisajes surrealista
de Coyula Matatlán, e hizo de su vida un circo, se disfrazaba de toda
ropa que encontrara en el vertedero, esa vez que fue el fotógrafo profesional
le tomó una fotografía a mi compadre, en
esa ocasión andaba disfrazado de Rambo con boina y pistola de plástico en
mano (el libro que hizo el fotógrafo
está en la biblioteca Iberoamericana espero tener su autorización para agregar
estas fotografías de Coyula Matatlán dándole el crédito y el agradecimiento
debido) , a veces de pronto se agarraba cantando, pero cantaba una o dos frases
y luego se agarraba tosiendo, en una canción que cantaba tocía algunas 10 o 15
veces y entonces decía al terminar:
“Yo tenía un chorro
de voz
y ahora nomás
me quedo un chisguete”
Mi
compadre Raúl se había juntado con una
mujer y tenía un hijo al que
supuestamente su servidor iba a llevar a confirmar, mi compadre Raúl casi no
daba para el gasto de su casa ya que faltaba días o semanas y luego me decía:
-
Oiga compadre, yo creo que mi vieja
me esta poniendo los cuernos con el
panadero.
Y yo le
decía:
-¿Por qué
compadre?
Y
respondiendo agregaba:
-Es que siempre
que llego a la casa:
¡Hay pan en la mesa!.
Yo le
decía entonces:
-No se apure
compadre, no se apure,
va ver que
pronto los va a agarrar con
las manos en la
masa
Según él,
en un accidente que sufrió le pusieron una costilla de platino y me decía:
-Compadre nos
vaya a decir que tengo
una costilla
de platino , porque aquí en
el vertedero:
¡son capaces de matarme
para sacarme
la costilla y venderla por
kilo!
Nos
juntábamos a veces a tomar y platicar con el Barbas, que su nombre era Nico o
Nicolás, vivía en San Gaspar, estaba casado y con hijos, era de estatura
mediana le gustaba traer barba y por eso
era el apodo, tenía un cuerpo atlético y
siempre andaba sin camisa mostrando
aquel cuerpo musculoso, nos platicaba que en un tiempo había sido luchador, pero no de los famosos,
sino que era una empresa pequeña que daba funciones de lucha libre, en ferias,
carnavales y fiestas de los pueblos, , nos decía que el ring era muy rustico y
muy duro, de manera que se golpeaba su
cuerpo a tal grado que decía que no tenía ni un hueso sano, su nombre de
luchador era: El Brujo, no usaba máscara, y nunca lo escuche en los años que
tuve el honor de su amistad que expresara que tuviera gusto por las máscaras
siendo que es común que salieran en los vertederos.
Nicolás tenía un hijo que en ese tempo
tendría algunos 18 años, si mal no recuerdo se llamaba Gustavo, estaba
integrado a una danza prehispánica de San Gaspar y tenía un don extraordinario
para la danza, cuando íbamos a las fiestas
patronales era un gusto ver esa danza, tiempo después lo vi y me platicó
que había juntado todo su ajuar de danzante y le había prendido fuego, se había
hecho Testigo de Jehová.
La Danza prehispánica mexicana es un fósil
viviente, es una arqueología viva, quizá la única expresión de esa cultura original mexicana, ahí
tratan de vestirse como lo ven en los
códices mexicanos, y en algunas
danzas se ve el macahuitle pero no lleva discos de obsidiana
sino son ruedas de lámina en un palo que tiene forma de macana y suena con las
láminas, en Tonalá y sus pueblos son muy interesantes sus danzas,
lamentablemente desvaloradas y poco
apreciadas.
Lo que sí recuerdo es que en los vertederos
de San Gaspar había dos niños de San Gaspar que iban a pepenar: Rene y Hugo
tendrían algunos 12 y 10 años respectivamente, Rene el mayor tenía una
fascinación desbordada por la lucha libre, juntaba todas las revistas de
luchadores y formó tres grandes
álbumes que me los mostraba orgulloso y su servidor como papelero cuando
salían revistas de luchadores se las regalaba, especialmente tenía un gran interés por los luchadores enmascarados,
se sabía todos los nombres, no recuerdo haber visto que juntara o coleccionara
máscaras pepenadas.
Ellos no tenían papa desde que nacieron, de
alguna forma lo buscaban siempre, ahora comprendo que cada hombre enmascarado
podría ser tal vez aquel papa desconocido, detrás de la máscara estaba aquel
ser querido que el buscaba.
El hermano de Nicolás era Miguel que anduvo
con los vikingos del barrio de San
Andrés, las luchas urbanas de los olvidados del oriente de Guadalajara, los que
no tienen identidad, ni historia ni rostro, ni siquiera nombre, son cuerpos que
parecen hombres siempre con apodos por lo regular despectivos.
EL PATRÓN DE
LA UNIVERSIDAD DE GUADALAJARA
Y LA ZONA
ARQUEOLÓGICA DE COYULA
Me despedí de mi compadre Raúl que andaba
de encantador de animales y traía ahora enredada al cuello una gran serpiente
de plástico que había pepenado y de mi
amigo Nicolás que andaba con su cuerpo esponjado como guajolote para tratar de seducir a una mujer preciosa que le decíamos la Mona, y tomando la combi en Periférico fui a la
presidencia municipal de Tonalá para
hablar con el regidor Roberto Vizcarra
que era una sacerdote que había dejado los hábitos y se había casado, el Lic. Roberto Vizcarra en tiempos de
campaña en 1997 hizo un plantón con su
equipo de campaña a las puertas del Vertedero Coyula Matatlán exigiendo su cierre, no ganó pero quedó como
regidor.
De tal modo que le interesaba el caso de
Coyula Matatlán, el regidor me dijo que conocía a la persona más importante de
la Universidad de Guadalajara: era el Patrón, me dijo que si lo conocía, le dije que solamente lo había visto
en los periódicos pero que no tenía el gusto
de conocerlo personalmente, agregó que
era una persona muy importante y respetada y me dijo que iríamos a verlo para que le expusiera el caso de la
destrucción arqueológica de Coyula- Matatlán
ya que él era licenciado en historia,
seguramente ahora como diputado local e historiador le interesaría el caso.
Nos pusimos de acuerdo y una mañana
asoleada fuimos a ver al Patrón de la
Universidad de Guadalajara, era para mí un momento histórico conocer y saludar
a tan distinguido personaje.
Llegamos al Congreso de Jalisco, subimos las
escaleras que están del lado izquierdo y
en aquellos arcos del pasillo al final estaba el Patrón conversando con una
persona, se acercó Roberto Vizcarra y su servidor que estaba al lado izquierdo,
Roberto saludó de mano al Patrón. Entonces
su servidor extendió también la mano para saludarlo y volteando hacia mí el Patrón me miro de arriba abajo y me dejo con la mano extendida, luego se
volteo a conversar con las otras personas.
Sentí de pronto que se oscurecía el sol, que
entraba yo repentinamente a un sueño y
una pesadilla, a un torbellino que me hacía perder el equilibrio y no se cuánto tiempo tuve la mano extendida
hasta que pude reaccionar. Esto ha sido uno de los momentos más tristes y
vergonzoso de mi vida, en primer lugar por la humildad y pobreza de su servidor
que iba prácticamente a suplicar ayuda para lo de Coyula-Matatlán, por otra
estaba frente a un servidor público que
cobraba del erario público y estaba obligado a atender a los ciudadanos, era
además un hombre de una universidad pública donde el pueblo pagaba su sueldo
que debería de tener ante todo un poco de educación y supuestamente era el líder moral de la Universidad de
Guadalajara que debería de dar un ejemplo
de esa moralidad y respeto por los ciudadanos.
El Patrón gobernó en los últimos 30 años a la
Universidad de Guadalajara con vara de hierro, él como historiador pudo haber
impulsado la época dorada de la historia en Guadalajara y Jalisco, se pudo
haber creado gracias a él como historiador una Escuela de antropología e
Historia que compitiera con la que hay en la Ciudad de México que centraliza la
investigación arqueológica y olvida y
margina al occidente de México, el mismo como historiador debió
de publicar una veintena de libros, tesis y ensayos históricos que fueran reconocidos en Guadalajara y Jalisco
y fuera un historiador ilustre y reconocido de nuestro Estado de Jalisco, esto no es así.
Al Patrón de la Hacienda de la Universidad
de Guadalajara como licenciado en historia,
que por cierto nunca paso de ese nivel y
nunca tuvo maestrías o doctorados en historia , desde joven a él lo que le
llamaba poderosamente la atención era el cine, los actores, el soñaba con hacer
películas, enamorarse de las actrices de películas, ser un héroe con máscara y
capa, le fascinaban las máscaras del teatro, le gustaban los trapecistas, los magos, los cuentos, las
novelas, las luces de los cabaret, los
reflectores de la farándula, los personajes Disney, el malabarista, el lanza
fuego, los cantantes, los danzantes, los bailarines, los bufones, las
cabareteras, etc. Al Patrón lo que menos le importaba eran los libros de historia.
Entonces
el Patrón acumulando cada vez más poder hizo de la Universidad de Guadalajara en los últimos 30 años aquel sueño y fantasía
que tenía de niño hizo de la Universidad de Guadalajara un monumental teatro y circo, un mundo tipo
Disney y una copia de las pasarelas de los cineastas y actores de Hollywood, el
fascinante mundo del show y el espectáculo, manejo a su capricho el presupuesto de la
Universidad de Guadalajara y construyó
teatros y auditorios, carnavales, ferias y festivales, manejo circos, junto a artistas, escritores de novelas,
actores de cine y televisión, espectáculo y la farándula, aplausos ,
reflectores, ejércitos de artistas traídos a Guadalajara sedientos de placeres,
cantantes, bailarines, cabareteras, etc. como se veían
en los cabaret y antros de la zona roja de San Juan de Dios.
El Patrón
impuso una dictadura y un
cacicazgo dentro de la Universidad de Guadalajara, se abandonaron aulas y
laboratorios, se desmantelaron centros de investigación en medicina,
agricultura, medio ambiente, urbanismo, etc. miles y miles de alumnos rechazados etc. para dar paso al mundo fantástico del show y
el espectáculo, el Patrón de la Universidad de Guadalajara sentado en primera
fila de sus teatros y auditorios había realizado todos y cada uno de sus sueños
más exóticos y estrafalarios , era temido y respetado, reverenciado, colmado de
reconocimientos, premios y honores, medallas de oropel en su pecho y gorritos
de doctorados que le otorgaban las más prestigiosas instituciones
universitarias y culturales, pero todo ello no era más que un teatro, una máscara,
un guión de película, una novela escrita a su modo, no era más que el espejismo
de los reflectores, que disimulaban y ocultaban su verdadera historia.
LA ESCUELA
DE SUICIDIOS
DE LA
UNIVERSIDAD DE GUADALAJARA
En los últimos tiempos dos de sus rectores
se han quitado la vida
Su
servidor había dejado de ir algunas tres semanas al vertedero, cuando regrese
lamentablemente me entere de la muerte de mi compadre Raúl, me entristeció su
partida y más aún que me dijeron que nadie estuvo ni en su velorio ni en el funeral.
Podemos observar en la fotografías que
temporalmente anexamos ya que no tenemos el permiso del autor de que mi compadre tiene una pistola de
plástico, pero no para darse un tiro el mismo sino para asemejarse a un héroe
de una película, es tradición ya del Alma Mater que sus rectores
tengan fajadas a la cintura o
bajo su escritorio pistolas de verdad y
no para jugar, hacer teatro o películas.
La esposa de mi amigo Nicolás decía:
-
¡Haber cuando se muere este!
Y el día que se murió se rasgaba la ropa se jalaba el cabello y se tiraba al piso enloquecida por el dolor,
Nicolás había terminado su dura lucha por la vida.
Tanto mi compadre Raúl como mi amigo Nicolás murieron a causa del
alcohol , fomentado por ese mundo de la diversión y el entretenimiento, el
mensaje de las películas, novelas, canciones, debido también a la exclusión, a la
marginación y pobreza histórica de los olvidados, desposeídos y explotados, etc.
A ese mundo del show y el espectáculo que difundió el Patrón que no son sino las cantinas, antros y
prostíbulos que pierden a los hombres y a ellos mismos, que es a su vez el fracaso del modelo universitario en Guadalajara
en los últimos 30 años donde cientos de miles de jóvenes no tienen cabida en la
hacienda porfiriana de la Universidad de Guadalajara.
En aquel pobre hombre que hizo de la
Universidad un show y espectáculo no había razón para el aburrimiento y la
tristeza, tenía todo , pero solo era una máscara de teatro, en el corazón de
ese pobre hombre del que hemos de tener compasión había una gran pobreza y miseria, una gran tristeza y frustración más grande y profunda que la que cargan los
indigentes, los pobres y los pepenadores y lamentablemente ocasionando un gran dolor a sus seres queridos tomando un
revolver se dio el mismo un balazo en la
cabeza, no es esto una novela como la que se presenta en las ferias de libros,
o una película de vaqueros donde el muerto se levanta picado por las hormigas,
es la historia real y trágica de los
últimos rectores que han hecho de la Universidad de Guadalajara una escuela de
suicidios, es el mal ejemplo que se le da a cientos de miles de estudiantes que
ante las contrariedades y adversidades de la vida esta el camino fácil del
suicidio, pero muy particularmente es un cuestionamiento a los que se llaman
pensadores e ideólogos que por su
omisión y silencio se forjan las más
férreas dictaduras y cacicazgos dentro de la Universidad de Guadalajara, si
esto pasa en la Universidad: ¿Que será en los otros medios donde se involucre:
obreros, campesinos, indígenas?
Hacemos una oración por su eterno descanso,
ha terminado el circo, la lucha libre, el show y el espectáculo, se apagan las
luces y los reflectores…queda plenamente demostrado que la alegría y la
felicidad del hombre no se encontrarán en las ofertas de felicidad del mundo de
la diversión y el entretenimiento, en las delicias ofrecidas por el show y el
espectáculo, la verdad no será revelada por las Universidades, se necesitan
otros maestros y otras escuelas que den al hombre en abundancia esa paz y
alegría desbordada de la vida, ese descanso al sufrimiento y fatigas del
hombre, solo el Maestro de corazón manso y humilde puede dar esas respuestas al hombre, la
humildad del Maestro lleva a la vida, el orgullo y la soberbia de los que se
apoderan de Universidades y se llaman
maestros los llevará tarde o temprano a
su propia destrucción y muerte.
LA
FATALIDAD Y TRAGEDIA
DE LA
UNIVERSIDAD DE GUADALAJARA
CON SU
MODELO DEL SHOW Y EL ESPECTÁCULO
Cuando hablamos de la vida de nuestros
compañeros pepenadores pareciera algo fatal y trágico, algo decadente como los
Olvidados de Buñuel, pero vemos y hemos demostrado que el terrible fatalismo y tragedia es mucho mayor y más patente dentro
de la misma Universidad, se escandalizan por los pepenadores, pero no se
escandalizan ni se horrorizan por el fatalismo y tragedia dentro de la misma
Universidad de Guadalajara, esto es una hipocresía y una injusticia, si Dios
por medio del Maestro y Señor de la Historia ha puesto piezas milenarias en las
manos de los pepenadores es para que la historia transforme ante todo sus
vidas, no para que sus piezas sean guardadas en un museo como lo han hecho
hasta ahora, si este sencillo ensayo no dignifica un poco la vida y la memoria
de mis hermanos pepenadores, entonces
esto no tiene absolutamente ningún valor e importancia, el pepenador y su vida
trágica y fatal es el objetivo fundamental del rescate y restauración
arqueológica y antropológica de Coyula-Matatlán.
Pero en realidad no es el fin trágico y
fatal del pepenador sino la propia destrucción que sufre y sufrirá en toda su
intensidad la sociedad de consumo, el pepenador es solo un preámbulo o una
premisa de esa fatalidad, de esa absurda sociedad instantánea y desechable que
estamos afanosamente construyendo a
costa de nuestra propia destrucción.
LA FATALIDAD Y LA TRAGEDIA
DENTRO DEL
CORAZÓN DEL MEXICANO
Más
aún, en sí mismo el mexicano lleva dentro de su ser esa tragedia desde el
inicio mismo de la conquista española, los horrores que se han cometido contra
los indígenas, el mexicano se oculta y niega su origen indígena, se avergüenza
de ese pasado indígena, lo oculta, se pone una máscara para disfrazarse de algo
que no quiere ser. En el fondo se siente huérfano, desamparado por ello el
mexicano le gustan tanto las máscaras porque ocultan esa identidad indígena y
al mismo tiempo busca a ese padre desconocido.
Esa
lucha enmascarada entre lo español y lo indígena prehispánico, son los
horrorosos y traumas históricos de la conquista que desgarran el corazón del
mexicano y solo florecen y se actualizan
en la destrucción de la zona arqueológica de Coyula Matatlán para demostrar y
confirmar que ese proceso de destrucción y de conquista esta presenta y activo hasta el día de hoy 500 años después de la conquista de Jalisco iniciada
precisamente en Tonalá.
Solo Cristo Jesús como verdadero Maestro y
Señor de la Historia mediante una nueva Evangelización, mediante ese nuevo y
verdadero vino que debe de embriagar espiritualmente al hombre que lo hace
capaz de transformar radicalmente el sentido de su historia de fatalidad y
muerte, por ello la Historia de la Salvación o Redención que es la Verdadera Vid y a ella se injerta la historia particular de
los pueblos y de los hombres, ahora podemos tomar de ese odre nuevo ese vino
nuevo, el vino ha llevado a nuestros hermanos y compañeros del Vertedero
Coyula- Matatlán a la fatalidad y a la muerte, el vino nuevo en esa copa u
ofrendas levantadas en la Cruz del que el hombre beberá y encontrará mediante
la muerte de la muerte la fuente de la vida, aprendamos a tomar ya no brandy, coñac o vodka como mi
compadre y amigos pepenadores, sino el
buen vino que el Señor ha convertido de aquella agua en las tinajas de piedra, esa
piedra desechada de donde brota el agua en medio del desierto de nuestras
vidas, la sed inextinguible de nuestra sociedad de consumo que originan los
vertederos de destrucción y muerte que encierran su propia fatalidad y
tragedia.
Por ello las ruinas prehispánicas de Coyula
Matatlán responderán a esa pregunta insistente de quiénes somos como mexicanos,
realmente quiénes son nuestros padres a quien buscamos en genealogías que se
rompen con la destrucción de la historia.
Con la conquista española aún presente al
quitarle sus tierras a los indígenas, su historia, su lengua, su nombre, su
memoria, su identidad, etc. Esto lo reduce a un simple cuerpo como ya hemos
expresado, reducido a un niño al que hay que enseñarle de nuevo todo, la
cultura española será esa madre adoptiva que amamantara al mexicano, por eso el
mexicano siempre buscará a ese padre ausente y desconocido.
Dentro de la antropología filosófica es
fácil responder sobre la tarea de la mujer en dar vida, en la gestación, en el
parto, en la lactancia, el hombre parecer ser excluido , relegado en la
trasmisión de la vida , por ello el mexicano adora e idolatra a la madre y
desconoce siempre al padre, podemos observar que al ilustrar el primer y
segundo capítulo de este sencillo ensayo hemos puesto a dos figuras de mujeres
rescatadas de la zona arqueológica de Coyula-Matatlán, estas mujeres trasmiten
magistralmente los sentimientos dulces y amorosos maternales de la mujer, con
los pies cruzados con una leve y enigmática sonrisa que proyectan eternamente esa paz y
tranquilidad de la mujer, la mujer sentada como fuente de la vida.
En cambio si vemos la figura del hombre
rescatado de la destrucción de Coyula-Matatlán vemos la figura de un hombre
parado que expresa en su rostro fuerza y severidad, con el que no puede
jugarse, es un hombre, es un padre, es
un gobernante, es un guerrero, si el hombre se siente excluido de la gestación
de la vida se buscará mediante la fuerza apropiarse de ella, si se le niega la
vida entonces se volverá contra la vida y llevará mediante la guerra la muerte
de esa vida de la que ha sido privado, si el padre tiene una participación fugaz
en la concepción de la vida entonces
atentará contra la vida, es esa su ira y su frustración, es la lucha, la guerra
que se desata en el corazón del hombre.
ANTROPOLOGÍA
JALISCIENSE
EN COYULA
MATATLÁN
Los monos o figuras de la arqueología mexicana nos ayudan a poder
definir la antropología americana, la antropología del nuevo mundo, de
evangelizada a evangelizadora, vemos entonces que no estamos usando una
antropología filosófica que partiría de conceptos subjetivos y abstractos, sino una antropología histórica donde las figuras prehispánicas son los fundamentos
de la antropología mexicana que definen el ser y la identidad auténtica y
verdadera del mexicano donde la conquista española es solo una etapa
transitoria de nuestro proceso histórico milenario, no somos españoles, sino
indígenas mexicanos, pero más bien tratemos de trazar algunas líneas iniciales
de la antropología jalisciense.
Hemos visto de forma muy general la pirámide
que al partirse por mitad entró nuestro compañero Pedrín a ella y luego al
salir dio lugar al parto de la nueva escuela arqueológica histórica gracias al
Señor de la Historia, la máquina siguió destruyendo la otra pirámide o
montículo que estaba cerca de esa que hemos mencionado, había dejado ya una
parte plana y siendo ya tarde dejó la máquina de trabajar, su servidor
fue a ver si por casualidad la máquina
había dejado al descubierto alguna pieza arqueológica, la máquina había dejado
una parte emparejada como de unos 30 metros, camine detenidamente sobre esa
parte plana y más o menos en el centro de lo que sería el montículo sobresalió
un pedazo de barro que era evidente que
lo había quebrado la máquina, al escarbar un poco salió esa parte de la figura
quebrada, siendo que el sol ya casi se metía y pronto vendría la oscuridad me
di prisa en mover la arena que
aparentemente estaba suelta ya que la
máquina al derribar la posible cueva la arena cayó sobre las ofrendas,
aparecieron distintas piezas, entre ellas sobresalía esa figura con la que ilustro el
capítulo tercero, salieron platos y
cuencos de varios tipos de barro en gran parte quebrados, un tipo como perro de barro de color negro,
una figurita chiquita como del tamaño de
mi mano que era como un animal como los que atrapaba nuestro amigo Luis,
parecía como un cuatí, era una figurita
muy graciosa, salió una especie de dedal, no recuerdo si eran uno o dos,
salieron piezas de obsidiana, salió una hacha de piedra muy pesada y otros objetos que la verdad no recuerdo sus detalles,
algunas piezas las regalaba a los compañeros con el fin de que ellos se
interesasen por ellos, todas esas piezas eran distintas a las sacadas por
Pedrín que evidentemente eran de mujeres, estábamos ahora ante una tumba de un
hombre, de un gobernante o tlatoani, de un guerrero.
El hermano Abel en una ocasión nos mostró 3
o cuatro discos de obsidiana, eran redondos y planos , el mayor como de unos 15
centímetros de diámetro más o menos y los otros se reducían gradualmente, yo no
sabía que eran pero sin duda algunos de nuestros compañeros ahora arqueólogos conocían mucho mejor las cosas
que su servidor, nos dijo que eran los discos de obsidiana de un macahuitle que era una de las armas que usaban en Coyula
milenario, la encontró en esa área donde su servidor rescató las piezas que he
mencionado, tiempo después un compañero
al que le decíamos Gus, es decir se llama Gustavo nos mostró una vez una pieza muy hermosa de
obsidiana, no era obsidiana negra como la del macahuitle sino una obsidiana
color miel y jaspeada, era como una punta de flecha de algunos 20 centímetros
de larga no tenía mango sino que
terminaba tanto un lado como el otro en
punto, en la parte central debió haber tenido
unos 3 o 4 centímetros pero era una obra maestra del tallado de obsidiana, otro compañero al que
le decíamos el Grande porque era muy alto de estatura nos mostró unos cuenco con algunas 15 tipos de flechas
de obsidiana, todos estos objetos de obsidiana
eran con los que cazaban los animales como los que atrapaba nuestro
amigo Luis poniendo trampas en la Barranca y desde luego eran las armas para la guerra.
LA
OBSIDIANA EN EL VALLE DE ATEMAJAC
Antes de describir un poco esta importante
figura, la lectura del libro que pepenamos de la basura de Eduardo Matos
Moctezuma titulado: “Muerte a Filo de Obsidiana” nos ayudó a comprender con el
tiempo la relación entre el barro y la obsidiana en el Valle de Atemajac.
La geología en el Valle de Atemajac es muy
interesante , pero es muy extensa, el gusto por la geología y la paleontología
nace por el libro que algunos jóvenes pepenadores
me regalaron sobre paleontología , era una revista española, pero vista las capas
geológicas de la Barranca Tonlá-Huentitán se me a figuraban extraños mundos
desconocidos, y así poco a poco tratamos de entender desde nuestra pobreza ciertos aspectos fundamentales de la
geología del Valle de Atemajac, brevemente diremos que en la parte superficial hay dos fenómenos muy marcados, por un lado el cerro del 4, San
Martín y Tonalá que son de basalto, de esa piedra que se usa para los
cimientos, esto se da al oriente del valle, mientras que al poniente tenemos
geológicamente la caldera de la
primavera con una gran presencia
volcánica, todo parce indicar que el cerro de la Higuera arroja un polvo fino
que probablemente soplando un viento dominante de norte oeste NW arrojo el barro sobre lo que es Tlaquepaque y
Tonalá, eso lo podemos concluir porque
en la parte media de las laderas sur este del cerro de la Higuera hay barro
tipo Tonalá, este barro de excelente
calidad harán de Tonalá y Tlaquepaque un referente nacional y mundial de la
alfarería, después vienen erupciones de
los violentos volcanes de la caldera de
la Primavera como es el Colli que
presentan aún gran actividad volcánica ,este arroja el jal que cubre todo el
Valle de Atemajac, cuando la lava salía muy caliente a la superficie se cristaliza y
es el vidrio volcánico , es decir la obsidiana que se extiende hasta Magdalena
y Tequila donde hacen artesanía de la
obsidiana como el barro en Tonalá.
Para no extendernos mucho podemos decir que
Tonalá representa la mujer, por ello el capítulo uno y dos pusimos las mujeres
porque todo indica que en el reino milenario de Coyula había matriarcados, tal
vez ello explica por qué al llegar los
españoles gobernaba una mujer como era Cihualpilli Zapotzintli, con el barro al formar cantaros, jarros,
botellones, etc. Simulaban el cuerpo de
la mujer, sus pechos y su vientre en el embarazo, el embarazo siendo
delicado como el barro en consecuencia
la mujer siempre se representa sentada, será
el origen de la vida de la luz en Tonalá que quiere decir por donde sale
el sol, en cambio el hombre es la muerte, es la guerra con sus armas de
obsidiana es decir el poniente donde se mete el sol donde abunda la obsidiana
en la caldera de la Primavera, esto no es en sí una determinante lógica sino
una coincidencia que no deja de ser interesante
para la comprensión del barro y la obsidiana en la formación y el
pensamiento de los pueblos prehispánicos asentados en el Valle de Atemajac.
Si los objetos rescatados nos ayudan a
entender en parte el pensamiento de los hombres de Coyula milenario, sin duda
la representación de la figura de ese gobernante o tlatoani nos darán mayor
claridad para su interpretación conforme a los lineamientos de esta nueva
escuela de arqueología y antropología.
ANTROPOLOGÍA
Y TEOLOGÍA DE LOS TLATOANIS TONALTECAS
Examinemos con mayor detenimiento esta
figura que sin duda pertenecía a un personaje importante de la Tonalá
milenaria, representa a un gobernante, a un tlatoani, está parado no está
sentado como las mujeres, tiene la expresión de un rostro inconmovible e
imperturbable , lleva como corona una especie de sombrero con cuernos, trae una
especie de armadura redonda desde los
hombros hasta la cintura, hace algunos años había leído que esta armadura era realizada
de otate y servía para protegerse de los
proyectiles de obsidiana y piedra.
Pero muy particularmente vemos que lleva en
sus manos extendidas hacia el frente una
vara, falo, cetro o bastón de mando, es esa una representación casi universal
del hombre, sostiene ante sí la justicia y el derecho que harán la paz o la
guerra, está perfectamente balanceada, no se carga ni a la derecha ni a la
izquierda, pero aparece un aspecto muy interesante al sostener esa vara con las
manos , ese gobierno no lo retiene para sí,
sino que lo ofrece con la palma de las manos hacia arriba, si la
sostuviera con las palmas hacia abajo sería un dictador, es decir ofrece la
justicia y el derecho, sin duda es una figura fundamental para entender la
antropología jalisciense milenaria.
Si bien representa un elemento muy
importante de la antropología mexicana,
sin embargo no es suficiente para comprender a profundidad el ser del hombre,
solo el Maestro y Señor de la Historia
Cristo Jesús que ofrece una antropología
cristiana , es decir una comprensión de la reconstrucción del hombre que ha perdido o desfigurado esa imagen y
semejanza , ese verdadero origen del hombre y su naturaleza más profunda, solo
por Cristo Jesús se llega nuevamente a ese Padre desconocido
que busca incansablemente el hombre
y en ella reconstruye su imagen perfecta
que es Cristo Jesús en la Cruz, esto toma interesantes rasgos
teológicos, porque en efecto el Señor Cristo Jesús como Rey y Señor, mejor dicho como Rey de reyes y
Señor de señores lleva también ese centro
o vara de gobierno, primero para burlarse de él le ponen una caña en su
mano como cetro con el que le golpean su cabeza, y después lo llevará en la
Cruz, pero él no la lleva al frente como
lo vimos en el rey o gobernante de Coyula milenario sino
lo lleva a la espalda con la Cruz, y no la sostiene con las manos sino con clavos de hierro que traspasan sus manos,
está totalmente de pie y levantado, el Todopoderoso con su poder y sabiduría
destruyendo a todos sus enemigos, entre ellos el mal y la muerte.
Podemos entonces preguntarnos: ¿Por qué el
cetro o vara de gobierno del Señor Cristo Jesús va a la espalda y no al frente?.
Porque la espalda en el hombre representa la
muerte, el no ser, es la parte oscura, por ella las fieras como son los perros
al atacar buscan siempre la espalda porque es la parte más indefensa del
hombre, el hombre no ve a su espalda, dar la espalda es negar la identidad del
hombre, ningún hombre puede ser reconocido por la espalda, el frente es la
cara, es la vida, por ello la máscara al negar ese rostro hace que el hombre
muera.
Pero
nadie entre los hombres puede vencer la oscuridad del mal y de la muerte, el no
ser, excepto el Señor Cristo Jesús, la
Cruz a la espalda es vencer esa muerte con la que carga el hombre.
Pero el hombre al sostener el cayado de
pastor, vara o bastón de mando se cansa y le han de sostener otros los brazos
como le ocurrió a Moisés con la guerra contra los amalecitas, pero el Señor al
sostener sus brazos con los clavos en la
Cruz da muerte a la muerte, si ha dado muerte
a la muerte entonces se abre a la eternidad, un reino eterno.
Ha sido en la Cruz reconstruida la imagen y
semejanza del hombre formado de barro, entonces el hombre puede ahora rencontrarse
con su creador, con el Padre del Cielo que ante su aparente ausencia toma ante los hombres mil rostros y máscaras que terminarán siempre en
decepción y frustración.
Con las figuras de nuestro compañero Pedrín
vemos el parto de la mujer, ahora con el tlatoani , nos remite al parto en la
Cruz, el parto explicado por el Señor a Nicodemo que ha ido a visitar al Señor
de noche y el Maestro revela ante él extraordinarios misterios, gracias al Señor se da a luz o alumbramiento o parto del hombre nuevo , del hombre celeste
,es decir el hombre participa de la concepción de la vida del que se sentía
excluido de la mujer, es la luz que
guía al hombre, sin embargo los hombres prefieran la oscuridad y las tinieblas
como se expresa en el Evangelio de San Juan al concluir el diálogo del Señor con el
maestro Nicodemo.
Decimos entonces y lo repetimos por su
importancia que el objetivo fundamental de las figuras rescatadas de
Coyula-Matatlán no es según la vieja metodología del obsoleto INAH Jalisco sino
cimentar firmemente sobre la piedra la antropología jalisciense.
Por ello la reconstrucción de la zona
arqueológica de Coyula Matatlán que debe realizarse junto con los planes de
abandono de su reconstrucción ambiental, es también una reconstrucción del
hombre de carne y hueso que ante modelos
culturales y económicos injustos
trituran, desfiguran y degradan la imagen divina del hombre como es el
caso de la vida pobre y humilde de los pepenadores, no hacerlo así
traicionaríamos los objetivos fundamentales de la historia y de la antropología
que tendrían por meta dignificar la vida de los hombres, particularmente de los
más vulnerables y desprotegidos.
MUSEO DE
LAS MÁSCARAS DE LOS TASTUANES
EN TONALÁ
Hasta donde tengo entendido la construcción
del Museo Tonalá tenía el objetivo fundamental de depositar en él las piezas
rescatadas de la zona arqueológica de Coyula Matatlán, es decir dedicar el museo al rescate integral
de la zona arqueológica, no para hacer un museo de máscaras, lamentablemente las piezas sin una investigación arqueológica
no tienen ningún valor, al paso de las administraciones y del cambio del personal
del museo esas piezas terminarán por arrumbarse e ir desapareciendo, las piezas
arqueológicas de Coyula-Matatlán desde hace años han sido retiradas del Museo
Tonalá ignorando donde se encuentran ahora, y en su lugar se ha hecho el museo de las
máscaras de los tastúanes, esto de perder esas piezas arqueológicas le causa
una gran alegría al INAH Jalisco, son más importantes las máscaras que el valor
arqueológico e histórico, es infundir a través de la máscara el miedo y el
terror a lo desconocido, a lo teatral, al show, hombres transformados por sus
máscaras en bestias y animales, sigue siendo el hombre tonalteca que no le importa su propia historia.
Pepenador del vertedero Coyula-Matatalán
Juan Ángel Peña
Enríquez